Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2013

¿Qué hay dentro de tu caja de Pandora?

Demasiados inviernos consumados, que no supe disfrutar. Demasiados demonios que no supe afrontar en su momento, y quise enterrar. Demasiados rotos sin arreglo, demasiados fondos sin tapiar. Demasiados sentimientos muertos, y demasiadas penas sin sanar. Demasiados agujeros calcinados, demasiadas heridas sin curar. Demasiados monstruos internos.. demasiadas cicatrices sin cicatrizar.

Yo, la verdad..

Odio cada segundo que paso sin él. A veces, hasta se me olvida como seguir respirando.. Es una sensación horrible y tortuosa. Siento que me quedo vacía, que mi caja torácica se torna hueca si no le siento cerca.. Y es tan horrible saber que el último beso será el único recuerdo que me quedará hasta nuestro próximo encuentro.. No sé, no.. no hago nada. Simplemente, dejo que los días pasen. Y pasan.. Pasan muy lentos. No creí nunca llegar al extremo de contar cada minuto desde que amanece hasta que anochece, pero lo hago. Joder sí lo hago.. Y es horrible pensar que tendré que esperar días y días para poder abrazarme y librarme de todo el pesar y el sentimiento de abandono de corazón. Se me hace muy difícil no tenerle en todos y cada uno de mis momentos de necesidad (que, por desgracia, son más de los que me gustaría) No sé, es.. es colérico y completamente enfermizo pensarle a cada instante y no tener la oportunidad de tocarle siempre que me apetezca. Muero de g...

¿Cómo lograr, que alguien entienda que es más importante ser feliz, que ser poderoso?

No puede lograrse. Sólo el tiempo es capaz de tal proeza. A la larga, la vida te enseña que no todo es posible gracias al dinero. Lo más importante de este mundo, no se puede pagar. El amor. ¿Quien diantres puede vivir sin amor? Sin amor del de verdad. De ese que se padece por todos los poros de la piel, y que se siente traspasar cuando te toca. Claro que hay amores que si tienen precio, pero esos.. esos sólo dan felicidad momentánea, y eso es como preferir un sucedáneo de chocolate negro, al chocolate negro puro y original. Te llena, incluso te sacia.. pero luego te das cuenta de que nunca será lo mismo. Es la vida, y la propia experiencia, la que te enseñan que vivir una vida llena de riquezas pero sin amor alguno, no es vivir una vida en absoluto.

Verdad.

A lo largo de tu vida, encontrarás a personas que querrán tu mal. Personas que, ya por falta de carisma, ya por falta de amor propio, intentarán hundirte y humillarte hasta el extremo enfermizo; que querrán verte acabada y en la peor situación. También te encontrarás con personas desequilibradas que no obtendrán beneficio si no es a tu costa. Pero hay algo que debes saber. Nunca, nunca.. creas nada de lo que te hagan sentir. Pues son escoria. Y la escoria, es incapaz de sentir nada.

Preferiría morir mil veces,

a tener que enfrentarme a todas las eternidades que puedan existir, sin ti aquí. A tener que sufrir tu marcha sin lo reconfortable de tus besos. A tener que padecer tu falta, sin la necesidad de tu anhelo. Que mataría al tiempo para que no nos dejara, y agujerearía el espacio para poder tenerte siempre aferrado a mi, sin más barreras ni dimensiones que separen. Me pides que abandone, que deje, que destruya, que aniquile.. pero no me pides que ame; cuando amar es lo único que aún me sigue manteniendo con vida, si es que aún se le puede llamar así.

Sólido.

Nunca piensas en ello, pero sabes que es cierto. Cuando te enamoras, el camino a la perdición se torna facilidad. El camino a la muerte rápida, a la angustia por la pérdida, a los latidos sin piedad.  Todo él, es infierno. Y aún así, lo permites. Tú, te permites caer en ese juego macabro, y a su vez, dejas que otro lo haga de igual manera. ¿A caso odias? Claro, claro que odias. Porque debes despreciar mucho a una persona, para destrozar su vida así. Porque cuando amas, de verdad, te desmoronas. Porque cuando lo haces, todo deja de tener sentido para perderlo por completo. Porque cuando te entregas, ya no hay marcha atrás. Amar es mentir. Amar es herir. Amar es odiar.

Retales de soledad.

Que desastroso aquél corazón coraza, que dejó tantos rotos..que fingió tanto amor. ¿A caso no tenía derecho? Después de todos sus rasguños, ¿no tenía derecho a crear los suyos propios? ¿A asegurarse el no-olvido? Infravaloramos el poder de un corazón roto, cuando es éste y no otro, el único capaz de destrozar hasta la muerte; de asesinar sin compasión. ¿Que por qué, me preguntas? Porque sólo alguien destrozado es capaz de aniquilar con la misma crueldad que precedió a su muerte, por engañosos latidos.

Tiré tantos sueños por la borda,

que ya solo me queda un pequeño resquicio de ellos. Ese recuerdo que atenaza tus venas y no las deja ser libres, y que aprisiona cada parte de tu entereza hasta dejarte sin aliento.  Despertarse entre pesadillas nunca fue tan aterrador.  Se llevaron mi respiración y mis ganas de seguir soñando. Qué corazón tan rácano es ese, que tanto quiere y tan poco dio siempre. Que se llevó las fantasías de futuro, junto con tus huellas.. [El dolor de no quererme se que te destroza por dentro.]

Sentí que te perdía.

Mis labios no conseguían pronunciar aquél lo siento que te hubiera mantenido a mi lado algo parecido a un siempre. ¿Sabes si hay mayor frustración que la de ver al ser que amas huir de tu lado?  Puedo responderte, podría responderte con una sola mirada. No la hay.  El dolor producido por la pérdida en el corazón no se repara con un parche, ni con hilo y aguja. Es dolor real, no es fingido. Es como perder parte de tu yo, parte de lo que eres, fuiste y serás.  Porque cuando te dejé marchar, no pensé que el golpe sería tan letal. Porque cuando vi como tus pasos ponían rumbo hacia otro camino, no creí sufrir así. Eras acero en mi mecanismo. Eras necesario para que yo funcionara.  Pero te dejé marchar sin tan siquiera luchar porque no lo hicieras. Volaste tan lejos de mi que ni siquiera pude sentirte en el aire, como en mis sueños.. Caí en aquél abismo de soledad y hastío que tanto terror me producía. Me morí en vida cuando te vi partir, y tan siquiera...

Déjame mentirte.

Déjame decirte que no te quiero, que no te necesito. Déjame ser otra persona, ser otro yo.  Déjame ser la persona que peor te trate, que más te lastime.  Déjame ser ese alguien que te destroce. Déjame serlo, por favor. [Mentirte es tan fácil, que me está cansando. Algún día de estos, te digo la verdad.]

Es simple.

Me gusta la forma en que tus labios pronuncian mi nombre. y me encantan tus ojos cuando me miras con curiosidad. Adoro como tu pelo acaricia mis mejillas sin siquiera planearlo y adoro tu sonrisa, aunque tu la odies. Me gusta todo de ti. No cambies.

No te la mereces.

Nunca lo has hecho. Tu tropiezas, y ella te recoge. Has ido lleno de rasguños hacia ella tantas veces.. que acabó herida también. Tu empezaste a curar tan pronto.. Ella en cambio, nunca lo hará.  No puede.  Simplemente porque no sabe. Tus errores tienen el privilegio de hacerle daño. Pero ella se hace la fuerte. Te sonríe. Te dice que te quiere. Sabe que no volverá a pasar aunque parezca que va a hacerlo. Sabe que no podrás romper su corazón. Porque un corazón, cuando se rompe una sola vez, no puede ser reparado. Lo demás solo son desgarros que ayudan a desintegrarlo.

Ojalá pudieras

saber lo que siento en cada momento. Como mis gesto denotan mis sentimientos. Como una mirada cabizbaja o un pestañeo infinito quieren decir que estoy triste.. Como una mordida de labios denota que te deseo, o como un pequeño gesto violento de mi mandíbula indica que estoy conteniendo las ganas de llorar. Ojalá pudieras ver como mis manos cogen el aura que dejas al marcharte.. o como mi cuerpo se acopla al aire en un susurro silencioso, como si fuera tu cuerpo. Ojalá pudieras saber lo que siento en cada momento. Pero no puedes. No sabes.

¿Sabes qué?

Me acostumbré tanto a ti y a todo lo que hacías, que llegó el momento en el que simplemente.. no dolía. Me creé mi propia barrera a base de los desgarros que me producías.  'Yo no te digo que no me quieras, pero si te digo esto: tu forma de quererme apesta, tío.' Eras tan previsible..que sabía lo que ibas a hacer incluso cuando aún no lo habías ni asimilado.  Y luego venían esos lo siento; esos que tanto te gustaba decirme. Pero ¿sabes que? que llegó a su fin.  Mi corazón dijo basta. Ya había sufrido bastante.  ¿Que no me dolió? Me partió en pedazos.  Pero preferí marcharme para siempre, antes que aguantar otra cuchillada de tu persona. 

Enamorarme de ti,

fue totalmente kamikace. Juro que no lo planeé, y aún cuando ahora mismo lo vivo, sigo sin creerlo. Dejaste que te amara, aún con cicatrices y rotos. Dejaste que te curara, aún en destierro y cenizas. Dejaste que el amor nos consumiera hasta casi desaparecer. Enamorarme de ti fue absolutamente estúpido y kamikace. Nunca antes había disfrutado así, de este error. 

Te pediría mil veces,

que te quedaras conmigo. Que me acompañaras en este camino que, a sabiendas de todos, no puedo recorrer yo sola. Pero eso sería egoísta.  Sería como pedirle a la Luna que saliese a la par del Sol, dejando así, para siempre, a la humanidad sin noche. Y aunque sabes que te amo, también sabes como soy. No podría pedirte algo que sé, te haría daño, ni tampoco podría pedirte algo que hiciera que lo dejaras todo. Que abandonaras todo, por mi. Simplemente, quédate a mi lado hasta que ya no puedas más. Hasta que tu corazón diga basta. Hasta que mis besos ya no te digan nada. Sólo puedo pedirte eso.

Amor, amor, amor. ¿Qué tiene de bueno? Absolutamente nada.

Imagen
Pero aún así amas, y dejas que alguien haga lo mismo por ti. ¿No es acaso una locura amar, sabiendo lo que puede llegar a doler? ¿Lo que puede llegar a romper? Si. Lo es. Pero aún así lo haces. Porque el amor no viene con un libro de instrucciones que te indique cómo dejar de sentir. Porque el amor, si no duele, no escuece, ni llanta ni hiere.. no es nada.

Lo comparé contigo, cuando lo llamé amor.

Cuando las cicatrices dejaron paso al dolor; cuando el corazón dijo basta, y la mente despertó. Ahí fue cuando decidí que quererte no era opción, ni beneficio. Que amarte ciegamente no era excusa, ni dogma. Que aunque viviera mil vidas más, nunca podría escoger no amarte. Que aunque el cielo se tornara aún más oscuro y abismal, no podrían separarme. Y me preguntaban si besar con los ojos abierto era pecado. -No, si no amas. +¿Y amar con los ojos cerrados? - Amar con los ojos cerrados, es como hacerlo sin corazón.

Verdad universal.

Que al enamorarme de ti, no me equivoqué de ojos, ni de cuerpo. No de alma, ni de corazón. No de sentimientos, ni de caricias. Que cuando te encontré, ya sabía que serías tu el encargado de mantenerme despierta. Que cuando te conocí, no hubo lugar a dudas. No eres el amor de mi vida. Lo eres, de toda mi existencia.

Famélico y sin ganas.

Cuando un corazón se rompe, no escuchas el impacto. No es como miles de cristales estallando; no es como un golpe sin querer. Es un desgarro interno, que nada tiene que ver con lo físico. No hay sangre, ni restos; solo dolor, y ceniza. Porque amar yo lo comparo, al renacimiento del ave fénix. Y el dolor por su pérdida, es equiparable a las cenizas que deja tras su marcha.

Todo lo que siento, hace juego con tus ojos.

Con tu forma de mirarme, hasta de caminar. Hace juego con tu alma, y también con tu tez. Podría observarlas a ambas, hasta el amanecer. Que si te hago versos, es porque te amo. Que si alguna vez me siento vacía, es de ti. Que si me veo sola y desprotegida, es por falta de tu halo. Que si muero en vida, lo hago sin morir. Y ahora me preguntas si lo haría. Si antepondría el nosotros al quizás. Si dejaría las tierras baldías por tus ojos, esos, que hacen juego con mis sentimientos sin hablar.

Te lo advertí.

Te dije que amarme era morir, y aún así amaste. Te dije que traerme a tu vida sería caos, y aún así, me trajiste.  Te dije que entregarme tu corazón provocaría ruinas, y aún así me lo entregaste. ¿Les contaste a todos lo que fui capaz de hacer? Aún amándote hasta límites que ni la existencia misma pueden explicar, te di el poder para salvarte. Por todos y cada uno de los medios posibles, te dije que te alejaras de mi.

Estoy tan enamorada de ti,

que hasta agradezco cuando daña. Porque si duele, es porque ama. Porque si escuece, es porque se siente. Que caminaría por mil tierras baldías si todas ellas condujeran a ti. Y sortearía cualquier peligro, terrenal o eterno, por el simple hecho de volver a besar tus labios. ¿Y qué si no entienden nuestro amor? ¿Acaso ellos saben cuánto nos amamos? ¿Y qué si necesito de tu esencia para justificar mi existencia? ¿Acaso ellos saben cuánto te necesito? Caería en la monotonía si te dijera que respiro porque tu despiertas cada mañana; si te dijera que moriré sólo cuando dejes de amarme. Que hasta ese día, seré inmortal si tu quieres que lo sea. Por eso cuando me preguntan si te amo, callo. Porque las palabras no alcanzan para describir cuanto lo hago. Porque si pudiera describirlo, no sería amor en absoluto.

El recuerdo.

Es todo lo que me queda de ti.  Ya ni tan si quiera te amo, o te extraño.. y te juro que suena tentador decir que lo hice, pero sería como traicionar a mi propio corazón, curado ya, de tanto dolor que le acarreaste. También hubo amor, por supuesto. De ese que ama demasiado, que duele a escondidas, que mata sigiloso, y que arranca fragilidad. De ese amor, que me hizo tan vulnerable. A veces me pregunto si quererte fue todo lo que en su día supe hacer.  Si necesitarte fue aquéllo para lo que había nacido. Si dolerme por ti era destino, roto y si compasión, o simplemente la diversión de un alma en ruinas. Fui estúpida al creer que tu corazón me pertenecía de forma ciega. Fui una ingenua al pensar que mi corazón tenía las de ganar, en esta batalla en tierra. Y sin embargo, los años pasaban, mientras mi mente divagaba en busca de la respuesta a esas preguntas que tanto había anhelado desde el momento de nuestra mutua pérdida. ¿Amabas? ¿Cegabas? ¿Dolías...