Te lo advertí.

Te dije que amarme era morir, y aún así amaste.
Te dije que traerme a tu vida sería caos, y aún así, me trajiste. 
Te dije que entregarme tu corazón provocaría ruinas, y aún así me lo entregaste.

¿Les contaste a todos lo que fui capaz de hacer?

Aún amándote hasta límites que ni la existencia misma pueden explicar, te di el poder para salvarte.

Por todos y cada uno de los medios posibles, te dije que te alejaras de mi.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.