Preferiría morir mil veces,

a tener que enfrentarme a todas las eternidades que puedan existir, sin ti aquí.
A tener que sufrir tu marcha sin lo reconfortable de tus besos.
A tener que padecer tu falta, sin la necesidad de tu anhelo.

Que mataría al tiempo para que no nos dejara, y agujerearía el espacio para poder tenerte siempre aferrado a mi, sin más barreras ni dimensiones que separen.

Me pides que abandone, que deje, que destruya, que aniquile.. pero no me pides que ame; cuando amar es lo único que aún me sigue manteniendo con vida, si es que aún se le puede llamar así.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.