Sólido.

Nunca piensas en ello, pero sabes que es cierto.
Cuando te enamoras, el camino a la perdición se torna facilidad. El camino a la muerte rápida, a la angustia por la pérdida, a los latidos sin piedad. 
Todo él, es infierno.
Y aún así, lo permites.
Tú, te permites caer en ese juego macabro, y a su vez, dejas que otro lo haga de igual manera.
¿A caso odias?
Claro, claro que odias.
Porque debes despreciar mucho a una persona, para destrozar su vida así.

Porque cuando amas, de verdad, te desmoronas.
Porque cuando lo haces, todo deja de tener sentido para perderlo por completo.
Porque cuando te entregas, ya no hay marcha atrás.

Amar es mentir.
Amar es herir.
Amar es odiar.

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