Enamorarme de ti,

fue totalmente kamikace.
Juro que no lo planeé, y aún cuando ahora mismo lo vivo, sigo sin creerlo.
Dejaste que te amara, aún con cicatrices y rotos.
Dejaste que te curara, aún en destierro y cenizas.
Dejaste que el amor nos consumiera hasta casi desaparecer.

Enamorarme de ti fue absolutamente estúpido y kamikace.
Nunca antes había disfrutado así, de este error. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.