Destroy.
Estoy enamorada de un fantasma. De uno que jamás será, que desde un principio se negó a ser, y que ahora permanece agazapado entre las sombras, escondido, recordándome sin necesidad de hablar, que yo jamás volveré a estar completamente reconstruida. Lo evoco como aquél recuerdo feliz de un amor que parecía destinado a conquistar este mundo y todos aquéllos esparcidos por galaxias infinitas. Como ese recuerdo incierto, pero a la vez tan real y vívido que aún puedo sentir como se me escapa de entre los dedos, como humo que jamás debió llegar a mi. Un último suspiro, y todo habrá acabado. Una última bocanada de aire, y todo morirá. Y me pregunto si es lícito, a la par que sano, que yo no quiera que desaparezcas, incluso cuando que lo hagas, lo salvará todo. He llegado a ese punto en el que prefiero acabar derruida y destrozada, que alejada de ti. ¿No es acaso, de locos? Y aun así, aquí estoy. Rodeada de todo aquéllo que te trae ante mi como la figura etérea desprov...