domingo, 15 de febrero de 2015

Eres mi parada de tren favorita;

mi único tren.
No importa las veces que te vayas. Siempre vuelves a mi.
Subo a todos y cada uno de tus vagones, te recorro y me pierdo entre todas aquéllas palabras que sé que muere poder decirme, y que aún así, callas.
Me transformo en todo aquéllo que juré no volver a ser, porque tú te conviertes de nuevo en esa pieza clave que me falta a cada paso, y que me completa como la última de todo este rompecabezas.
Te quiero incluso cuando haces parada en el olvido. Cuando me dices que te supere, como si te trataras de un obstáculo insalvable, y no del pedacito de corazón que me falta.
Pero siempre seguirás siendo mi parada de tren favorita. 
Incluso cuando tu tren salga con retraso, y me hagas esperar en el frío y el hastío. 

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