Los hay que se preguntan si estoy hecha de la maquinaria estropeada de los que abandonan. Del mismo material de los que se rinden. No. 
Me muevo entre dos mundos y ninguno de ellos quiere que me baje.
 Esa soy. 
La que espera milagros y no tiene fe en nada. La que no llora nunca, pero a todas horas. La que ama sin medida pero mide cada latido, por si acaso.
Me recompongo. Estallo en pedazos.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.