lunes, 23 de junio de 2014

#

Con la mirada triste, y llena de océano. Como la de quien te echa de menos incluso a distancia base, sostenida e ínfima. Ínfimos, e íntimos, como aquéllos besos vetados y sin dueño que le entregabas a otras bocas, porque de la mía te olvidabas simplemente con bajar los párpados y suspirar en la nuca de tantas otras que nunca te amarían el alma, como lo hacía yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Rebirthing

 El principio de todo lo que conozco se quedó pequeño cuando empezaste a existir. Cuando tú descubriste mi mundo, o él te descubrió a ti. Va...