martes, 8 de abril de 2014

#

Si no te conociera, creería en la sonrisa que muestras cuando la soledad te alcanza.
Si no te conociera, creería las mentiras disfrazadas de verdad pura que cuentas cada vez que alguien logra traspasar tus cicatrices.
Si no te conociera, creería tu mirada perdida como símbolo de paz, y no como rotos lejanos que tu horizonte personal te recuerda cada día.
Si no te conociera, incluso podría mirarte a los ojos y no confundir el brillo que desprenden con las lágrimas que te guardas.

Pero sabes que lo hago. Que te conozco incluso más de lo que te conoces tú mismo.

Que cuando sonríes, veo el desierto de tus labios.
Que cuando crees tus propias mentiras, yo veo la verdad rota, descosida, llena de dolor.
Que cuando crees que nadie te observa, yo veo contigo aquél final inevitable, sin frenos y lleno de miedos.
Que cuando te miro a los ojos, veo como tu propio interior lucha de forma insaciable y desesperada por salir de ahí, arañando tus pupilas y sangrando lágrimas que buscan, derrotadas, abrigo en el que cobijarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Rebirthing

 El principio de todo lo que conozco se quedó pequeño cuando empezaste a existir. Cuando tú descubriste mi mundo, o él te descubrió a ti. Va...