Conozco tanto dolor, que me aferro a cualquier salida. Enamoré a tantos demonios, que sentía hielo en el corazón.
No recuerdo a que sabía el deseo porque tu me lo arrebataste. Que si he perdido todo mi color, sólo te lo debo a ti.
¿Me dices cómo empiezo a recordarte menos y a añorarte más?
Te tornaste complicación cuando comencé a llamarte amor.
Te convertiste en olvido cuando te supe dolor.
Y sólo quiero que recuerdes, que yo existí cuando me miraste, y que si ahora me desvanezco, es por sed de ti.
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