Romper corazones


era mi pasatiempo. Estaba acostumbrada a que esos chicos murieran por mi, y nunca pensé que yo pudiera morirme por uno de ellos. Es más, nunca llegué a pensar que el amor fuese real, siempre pensando que más que eso, era una máscara con la que tapar el odio. Porque amar es odiar, y no es hasta hoy, hasta este mismo día, en que me doy cuenta de que he odiado mucho, tal vez demasiado. Y he odiado a las personas equivocadas.
Y él me pregunta que porqué comparo el amor con el odio.
"Es diferente. Es lo contrario.."
Puedo decirle que no. Es lo mismo. Siempre ha sido lo mismo.
Porque debes odiar mucho a una persona para hacerle caer en ese juego macabro y doloroso que es el amor.

[Nadie sale ganando. Todos se mueren un poco por dentro]

Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.