Mirada.


Vuelves a encumbrar el sol de mis mañanas.
Y la vida amenazada, 
tantos años encarnada,
vuelve a mi en su desnudez.

Vuelves a enojar al gris de tus atardeceres.
Y la negrura acaecida, 
veces ha aparecida, 
vuelve a mi sin calidez.

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