Mi ángel, mi astro.


Y me miras, y me sano.
Porque eres el dolor, y la cura.
Mi vida, y la propia muerte.
Toco tu alma, y siento tu halo.
Huele a sol, y a estrellas.
¡Qué mezcla tan gozosa e imposible!
Como tu, y como yo.
Cálido, y hielo.
Nube, y sombra.
¡Qué necia aquella oscuridad que amenaza nuestro cielo!
Yo amo, y juro hacerlo.
¿Amará ella, aún en abismo?

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