miércoles, 29 de agosto de 2012

Me armé de valor#

y te miré.
Joder, lo hice.. observé cada uno de los movimientos de tus pestañas. Parpadeaban igual que la luz de una bombilla gastada.
Estabas cansado.
Cansado de escuchar a ese corazón egoísta, cansado de oír sus patéticas disculpas y sus ridículos intentos por hacerte sentir mejor.
Yo.. yo ya no te miraba.
Porque todos lo hacían. Todos esos ojos avariciosos estaban posados en ti.. mirándote.
Entonces yo dejé de mirar. Y empecé a ver.
Te vi. Te vi como nadie, nunca, hizo. 
Dejé mi propio dolor aparcado, porque el tuyo abarcaba mas que dos simples corazones desechos.
Yo veía las lágrimas que no salían, los gritos que no aullabas, las palabras que no pronunciabas..
Podía verlo todo.
Y mis manos acariciaron el espacio entre nosotros, como agarrándolo, como aferrándose a él.
Y entonces, tus ojos se posaron en mi.
No me mirabas. No.. no.
Me veías. Me veías como nadie nunca, en toda mi vida, me había visto.
Pude sentir el poder escrutador de tu alma apoderándose poco a poco de la mía, hasta dejarme totalmente desarmada.
Y fue cuando lo supe.

Yo, ya no volvería a ser yo, sin ti a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Rebirthing

 El principio de todo lo que conozco se quedó pequeño cuando empezaste a existir. Cuando tú descubriste mi mundo, o él te descubrió a ti. Va...