Esconder el corazón en los abismos de la soledad autoinfligida que ésta produce no es sino uno de los muchos castigos que a lo largo de la vida nos impondría, si ella fuera la elegida para ser nuestra aliada, nuestra guía..
La felicidad, en pequeñas dosis, siempre será aquél túnel, con luz al final del camino.
[Y siempre será la elegida para encumbrarnos, aun cuando creamos que todo este perdido, y la tristeza quiera ser nuestra única amiga].
No hay comentarios:
Publicar un comentario