Un día

Quisiste quedar bien conmigo, diciendo que mi pupila era marrón tierra, pura, donde poder sembrar el eco de tus silencios, y de tus miedos, pero también de tus sonrisas, y de tus metas.
[Pero las pupilas son negras.
Igual que el abismo.]
No te engañes. Tu amor por mi, sigue siendo la misma mentira de siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.