Odias tu sonrisa.
Rehúyes mi mirada cada vez que deseo verla (porque la necesito para vivir, para despertarme cada día, para que mi rutina sea más llevadera). Pero tu no te das cuenta.
¿Y sabes? Me duele.
El principio de todo lo que conozco se quedó pequeño cuando empezaste a existir. Cuando tú descubriste mi mundo, o él te descubrió a ti. Va...
No hay comentarios:
Publicar un comentario