No quieres que nada se muera, cuando ya todo se está pudriendo por dentro. Qué dolor tan grande, ¿verdad? Ese que te atraviesa el alma hasta casi dejarte sin aliento. ¿No fuiste tu el que dijo basta?
Y ahora buscas el perdón.. o tal vez [solo tal vez] un beso que cure todo lo pasado, cuando ni siquiera te mereces ni la mirada de desprecio que te dediqué al marchar.
Si. Que dolor tan grande aquél que atraviesa las venas del amor roto, y desquebraja corazones a su paso. Pero aún más me duele, que ni siquiera tengas la decencia de asumir, que toda la culpa fue y es tuya, y que fue mi dignidad la que pisoteaste sin compasión ninguna.
[Rompes y rompes, y no pagas nada. Pero yo no soy un objeto que puedas devolver, con garantía de poder ser recompuesto. Yo nunca volveré a ser la de antes. Y tú, y solo tú, has sido el causante].
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