Se que habría que pensar que un mundo mejor sería posible si desaparecieran las guerras, las enfermedades, el egoísmo, o la maldad.
Pero yo aún soy una niña. Todavía no me preocupo por cosas tan adultas. Me da igual quien gobierne. Me da igual quien empezó la guerra. Me da igual quien la terminó.
Mi mente inocente no cree que eso sea lo importante aún.
Para mi, un mundo mejor es aquél en el que puedo ir contigo de la mano sin importar el que dirán.
Un mundo mejor es aquél donde poder besarte sin sentirme culpable.
Un mundo mejor es aquél donde poder amarte sin prejuicios, y adorarte sin trabas.
Un mundo mejor es aquél donde tú existas.
viernes, 9 de diciembre de 2011
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