Que excitante debe ser

estar en tu cama. Aspirar tu aroma, y sentirte junto a mí. Notar como tu pelo se empapa de ese sudor perlado que tan atractivo te hace. Y ver como las gotas caen por tu espalda mientras mis uñas se debaten entre arañazos o caricias. Tocar tus brazos y que se tensen bajo mis manos. Notar tus temblores como si fueran míos, y sentir tu boca sobre mi piel. Tócame como si fuera la última noche que lo haces, y llévame a lugares en los que nunca pusiste un pie, ni el alma. Hazme tuya y no me dejes nunca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.