Dime la verdad.

-Quiero saberlo de una vez. No puedo soportarlo más. No puedo más con tus desprecios, con tus miradas cabizbajas, con tus palabras no dichas. Joder, dime de una vez porqué..
-¿Porqué no te miro? ¿Porqué no te hablo, ni quiero pensarte? ¿Porque no quiero ni tan siquiera rozarte?
-Si. Estaría bien saberlo. Estaría saber la razón por la cual me odias tanto.
-Te amo.
-¿Que?
-Que te amo.
-Pero.. ¿Pero qué..?
-Querías saber la razón por la que hago todo eso, o más bien, por la que no lo hago. Pues ahí la tienes. Te amo. Estoy jodidamente enamorado de ti. Preferiría no estarlo, porque sinceramente, odio sufrir por ti. Pero sabes? Es lo que hay. Y me da igual si no te gusta, o si te molesta. Sinceramente, me das igual hasta un punto que creo alarmante. Pero si te ocurriera algo, probablemente me moriría, así que estoy en una de esas contradicciones de las que tanto hablan.
No te odio por gusto.
Te odio por hacerme amarte así.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Angustia.

Canta.

Siempre he sentido una atracción irremediable hacia aquello que sabía que estaba destinado a destruirme, un gusto voraz por lo roto y lo astillado.