sábado, 20 de agosto de 2011

Si, te quiero.

No tanto como querrías, pero sí como no debo. Y jode bastante tener tanto que dar, y nadie que sepa recibirlo.
Porque tienes ese complejo de Peter Pan que tanto me atrajo en un principio y que tanto me repugna ahora.
Si, creí que se me pasaría, pero aquí estoy, preocupada por cosas que deberían darme igual.
Paso de ti y a la vez no puedo. Te odio por ser como eres, pero por desgracia, también te quiero.
Sí, lo hago.
¿Pero sabes qué?
Llámame cuando madures.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Rebirthing

 El principio de todo lo que conozco se quedó pequeño cuando empezaste a existir. Cuando tú descubriste mi mundo, o él te descubrió a ti. Va...