Leave.
Me limité a mirar por la ventana, completamente absorta en mis pensamientos. Sabía que mi madre seguía hablándome, o más bien, amonestándome por mi falta de pudor a la hora de exponer mis ideas, sin importar como afecten a los demás mis palabras. Siempre he sido así. Directa. Letal. -...deberías haberme preguntado primero-finalizó, dándome un leve manotazo en el hombro para que reaccionara. La desilusioné estrepitosamente. Sentía, aún sin mirar, como a mi madre se le empezaba a agotar la paciencia. Por lo general, era una mujer tranquila. Cuarenta y pocos, carácter apacible y maniático sentido del orden. Yo, por el contrario, era todo caos y descontrol. No era algo que me preocupara demasiado. Siempre habíamos sido diferentes, y creo que era eso mismo lo que, a ojos de los demás, nos hacía ver tan iguales. Intenté enfocarla a través del reflejo del ventanal, y la vi ahí, menuda y con la exasperación dibujada en el rostro. Podía sentir cuanto le costaba p...